El corredor fue el ganador de una pareja carrera y se perfila como el sucesor del jamaiquino Usain Bolt.
Se impone con marca personal (9.79) en una final cerradísima en la que superó al jamaicano Kishane Thompson sobre la misma línea de meta.
Estados Unidos vuelve a reinar en los 100 metros. Veinte años después del oro de Justin Gatlin en Atenas 2004, Noah Lyles se ha impuesto en una carrera tan igualada que hubo que esperar a la foto finish para conocer al ganador. Y es que sólo hubo 12 centésimas entre el primero y el último y con todos por debajo de los 10 segundos, algo que no había pasado nunca en una carrera con viento legal.
Leer También: París 2024: El primer récord del mundo en atletismo cae en 4X400 mixto en el Stade de France
Lyles, con 1.0 de viento a favor, superó sobre la misma línea de meta al jamaicano Kishane Thompson pero nadie celebró hasta pasados unos segundos, a la espera de uno resultados que dictaminaron que el tricampeón mundial en Budapest 2023 -100, 200 y 4×100- había sido cinco milésimas más rápido que la nueva joya antillana.
9.79 (.784) para el estadounidense -marca personal-, el mayor icono de la velocidad mundial desde la retirada de Usain Bolt, y 9.79 (.789) para Thompson. Tercero quedaba Fred Kerley, oro mundial en Eugene 2022, con 9.81, por delante del sudafricano Akani Simbine (9.82) y el anterior campeón olímpico, el italiano Marcel Jacobs (9.85), que acabó cojeando y con un vendaje en su pierna izquierda.
Hay que remontarse a Moscú 1980, los Juegos que Estados Unidos boicoteó, para ver a los dos primeros en la misma centésima. Entonces, cuando aún no existían las milésimas de desempate, se impuso el británico Allan Wells con 10.25 seguido del cubano Silvio Leonard. Una imagen dictaminó entonces que Wells había cruzado la línea de meta 76 milímetros antes.
Al fin un aspirante real a la corona
Lyles, que en estos Juegos buscará un segundo oro en los 200 e incluso asaltar la plusmarca mundial de Bolt, es el primer velocista que repite corona en los 100 metros en dos grandes competiciones consecutivas desde la retirada del gigante jamaicano.
Thompson, que llegaba a la capital parisina como el atleta más rápido del año gracias a esos 9.77 logrados el 28 de junio en los trials jamaicanos, se tendrá que conformar con una plata que no le habrá dejado muy satisfecho.
Sobre todo porque en las semifinales, disputadas dos horas antes, había sido el más rápido (9.80) seguido de su compatriota Oblique Seville (9.81), que ya en la final no estuvo a la altura de las expectativas y acabó último con 9.91.
Una penúltima ronda en la que hasta 12 atletas bajaron de los 10 segundos, entre ellos el canadiense Andre De Grasse, bronce en los dos últimos Juegos, que fue uno de los cuatro que no pasó a la gran final. Nunca antes un atleta que hubiera bajado de los 10 segundos en ‘semis’ se había perdido la carrera por el título.
Oro sin brillo para Mahuchikh
En la otra final más interesante de la jornada, la ucraniana Yaroslava Mahuchikh, que el pasado 7 de julio en París había firmado el primer salto femenino de la historia por encima de los 2,10 metros, se impuso con un mejor salto de dos metros, la misma marca que la australiana Nicola Olyslagers, que fue plata por sobrepasar esta altura en su tercer intento.
El bronce fue compartido y recayó en otra ucraniana, Iryna Herashchenko, y otra atleta ‘aussie’, Eleanor Patterson, con sólo 1.95. Mahuchikh había sido bronce en Tokio con 19 años y ahora culmina una temporada de ensueño.
Marca
Hender “Vivo” González