(1) Minnesota Timberwolves 105 – 100 Dallas Mavericks (3)
El conjunto de Minnesota logró ganar el Juego 4 y ahora se irán a su casa a buscar llevarse la segunda victoria de la serie ante los Mavericks.
Los Mavericks dejan pasar la primera oportunidad de meterse en las Finales NBA al perder en casa ante los Timberwolves. Doncic no pudo evitar la derrota.
De la mano de sus figuras Anthony Edwards y Karl-Anthony Towns, los Minnesota Timberwolves vencieron este martes 105-100 en la cancha de los Dallas Mavericks y recortaron su desventaja a 3-1 en la Final de la Conferencia Oeste de la NBA.
Leer También: Luka Doncic y Kyrie Irving, el dúo dinámico de Dallas Mavericks, a un paso de las Finales de la NBA
Haciendo la mayor parte de cosas de forma parecida ha habido un pequeño cambio de orden en estas finales de la Conferencia Oeste. O grande si así lo consiguen categorizar los Timberwolves. Los encuentros están siendo muy parejos y se deciden, evitando el tópico de los detalles, por acciones en las que la línea entre fallo o acierto es increíblemente fina. De ello se pueden acordar los Mavericks, que se dejaron en su ciudad la posibilidad de cerrar este compromiso en todo lo alto y pasan a otra dimensión en la que las complicaciones crecen. Los pupilos de Jason Kidd cedieron por 100-105 en el cuarto encuentro de la serie, que viaja a Mineápolis para un quinto encuentro en el que los lobos seguirán pendiendo de un hilo pero henchidos de confianza. Ésa que le ha arrebatado violentamente su contrincante en las citas anteriores, anulándoles en base a experiencia y buen juego, y que brota de nuevo en unas cabezas que estaban como el tanteador: al límite. Doncic y compañía tendrán que esperar, aún les queda un paso que dar.
Los Wolves se apuntan el primer triunfo del duelo con el equipo de Dallas en un ruidoso American Airlines Center al que supieron silenciar en una segunda mitad de oficio y, sobre todo, control de las emociones. Eso que tan importante es, a veces al mismo nivel que la habilidad para lanzar o regatear.
En 48 horas llegará una nueva prueba. Ésta se la apunta Luka Doncic en el debe, como hace en algunas ocasiones en las que se siente responsable de más; ante la prensa local aseguró que no había jugado con suficiente energía. No pareció así. Sus números en lanzamientos no son la eficacia ejemplificada, acabó con un 7/21 en los de campo y erró uno clave en la personal en el último minuto, pero sin su capacidad de dirección no hubieran llegado ni siquiera a pelear hasta el final.
Los Mavs fueron emparejados con su rival la mayor parte de la noche. Simplemente dejaron pensar a algunas de sus piezas más importantes, como Towns o Edwards, y ellos no mantuvieron el acierto de otros días en los momentos calientes del partido. A grandes rasgos así se explica que tengan que esperar.
Esperar para verse en las Finales. Las del título. Las del Este contra el Oeste. Las que ansían. En ellas espera Boston Celtics después de haber barrido, ellos sí, a Indiana Pacers en el otro lado del cuadro. Un descanso que no tendrán los Mavs, los que aquí mantienen la amplia ventaja obviando que han sufrido un parón cuando estaban, utilizando el vocabulario del atletismo, llegando a los cuadros. El otro equipo también juega. No está de más recordar que destrozó a los Suns del trío matador y le quitó a los campeones Nuggets el caramelo de la boca en su propio pabellón. Ahora el 3-1 campea en el global de la serie, Mavericks arriba. Este martes se vio una reacción distinta que ha movido ese tanteo de sitio: prisa en el cuadro local por remontar en los últimos cinco minutos y frialdad en el otro conjunto, justo lo contrario a lo visto en las tres rondas anteriores. Estemos o no ante un cambio troncal, aseguramos una nueva oportunidad de disfrutar de baloncesto en Estados Unidos cuando nos encaminábamos a nueve días sin actividad.
Diario AS
Hender “Vivo” González