El Atleti se queda fuera de la Champions después de que el Dortmund le remonte en la primera parte, se levante y se vuelva a meter en la semifinal y los alemanes vuelvan a tumbarle.
Los alemanes pudieron dar vuelta la serie tras la caída en España y disputarán la próxima instancia ante los franceses que eliminaron a Barcelona
El Atleti pudo levantar la eliminatoria una vez pero no dos. Y eso que había llegado a Alemania con la semifinal en el bolsillo. Pero el camino de los alemanes se le terminó esta vez en Dortmund. Fin al sueño de Wembley, de la primera. El 2-1 de Madrid pronto dejó de ser equipaje, el Borussia lo volteó como un simple calcetín. El Muro Amarillo asomó sobre la cabeza del Cholo como un tobogán gigantesco lleno de cabezas, banderas amarillas y ruido para llevarle hacia el polvo, la nada. El Atleti pronto se vio sepultado por su fiebre, por el fútbol eléctrico y vigoroso del Dortmund, por sus propios pasos atrás, como si Simeone no hubiese aprendido ya, después de tantos golpes en Europa, que son los valientes los que escriben la historia.
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Terzic pronto tomó el balón para demostrar que salía distinto a la ida. Con Brandt y a mandar. No habían pasado ni cuatro minutos y ya podía estar el Atleti un gol por detrás. Claro que también uno por delante. Fueron dos contras rápidas. En la primera, Adeyemi corrió y al llegar al área filtró para Sabitzer que cargaba la pierna para matar a un Oblak casi vencido. Pero su remate a bocajarro se topó con una pierna inesperada, la de Azpilicueta. Se lanzó al suelo, segó la ocasión. La jugada siguiente fue la contra del Atleti. Grizi peinó una pelota que venía de su portería para que Morata corriera, toda la hierba por delante, con todo a favor. Kobel solo, mano a mano. Morata estrellándose contra otro Muro, el de su cabeza. El tiempo para pensar siempre es un fallo en sus botas. La pelota se fue fuera. No volvería el Atleti a pisar por allí hasta la segunda parte. El Dortmund, sin embargo, vivía en el área de Oblak.
Verticalísimo, había entendido que estos cuartos eran su historia y se abalanzó sobre ellos, borrando al Atleti, simple arenilla. El pie de Brandt dirigía, rascaban Sabitzer, Adeyemi y Sancho, atenazaba con la pelota, con las las segundas jugadas, con esos balones largos que buscaban todo el tiempo a Füllkrug… Y la espalda de Nahuel. Cómo Messi fue campeón del mundo así acompañado debería ser un Caso de Mulder y Scully, Expediente X.
El Atleti resistía, que su naturaleza es sufrir, pero Dortmund demasiado pronto se había convertido en Múnich, aquel asedio. Y por mucho que Giménez barriera, Witsel corriera y Azpilicueta salvara no es la defensa aquella con Godín, acorazada. Ni tenía, lo escrito, a Nahuel. La autopista hacia Oblak. La resta de siempre pasado el efecto mundial. Un futbolista capaz de despejar un balón que se iba fuera hacia dentro y regalárselo al Dortmund para que Brandt solo tuviese que quitarle el papel celofán. Recibió, quebró a Witsel y disparó cruzado y raso. Oblak tocó, pero, claro, Oblak tampoco ya es el de entonces. 1-0, eliminatoria empatada. Cinco minutos más tarde los alemanes le habían dado por completo la vuelta, estaban en la semifinal. De nuevo entrando por el mismo flanco, esa espalda de Nahuel que era un butrón para hacer añicos cualquier plan: Sabitzer dejaba para Maatsen que, con un zurdazo cruzado hacía el 2-0 mientras todos los defensas del Cholo corrían tras la misma pelota chocándose como bolos sin que nadie protegiera espacios. Treinta y ocho minutos en el Muro y todo estaba cambiado de sitio.
Nahuel no regresó al partido tras el descanso. Ni tampoco Morata ni Azpilicueta, con amarilla. El Atleti volvía a ser valiente, volvía a ser Atleti e iba a pecho descubierto, sin escuchar los gritos del Muro, solo corriendo como si mandara el corazón. Pum, pum, pum. Barrios la pedía, Roro encaraba y Correa salpicaba pimienta. El Atleti empezó a moverla rápido. Tres minutos después la eliminatoria se había vuelto a equilibrar. Hermoso cabeceó un córner lanzado por Grizi y, en su intento por despejar, Hummels envió la pelota a su red. 2-1. Todo volvía a empezar. Pero al Muro le habían salido grietas: el himno del Atleti comenzaba a escucharse en el Iduna Park como si fuese Calderón. Los del Cholo se empeñaban en sufrir. La famosa contundencia. Le había faltado en la ida a Lino, antes a Morata y ahora a Correa, que mandaba la pelota fuera después de que Koke le dejara franco, mano a mano, ante Kobel. Pero como la naturaleza rojiblanca es levantarse, cinco minutos más tarde ahí de nuevo estaba Correa. La jugada comenzó en Griezmann, siempre allá donde sus compañeros necesitaban aunque pareciera apagado. Centro para Correa que busca a Riquelme en un pase de la muerte. Kobel repele, Correa estampa el primer rechace en Schlotterbeck y, el segundo, lo envía con una volea a la red. La eliminatoria estaba otra vez volteada. Correa se besaba el escudo. Pero al partido aún le quedaban 27 minutos, suficientes para que el Dortmund le diera otra vuelta a otros cuartos, dejando en cartón mojado toda la épica, la remontada, el corazón rojiblanco.
El Atleti daba ese maldito paso hacia atrás para dejar que el Dortmund le encimara. Bynoe-Gittens, primer cambio de Terzic en el 66′, saludaba a Oblak con un balón que se fue envenenando. El siguiente, un cabezazo de Füllkrug, levantaba al Dortmund. Dos más tarde, Sabitzer recogía un balón suelto en la frontal para enviarlo con la zurda a la red. En dos minutos el Atleti abría su mano y ya no tenía lo que tanto le había costado. La remontada. Sus últimos intentos fueron un estrellarse en el Muro mientras Oblak paraba, resistía, a la espera de que Saúl, que entraba fresco, encontrara el gol. Pero no pasó. Fue el Dortmund quien tomó su camino hacia la semifinal mientras el Atleti se iba fuera, con la mirada vidriosa, hacia la nada, allá donde se queda sin el camino de los alemanes.
Cambios
Ángel Correa (45′, Álvaro Morata), Rodrigo Riquelme (45′, César Azpilicueta), Pablo Barrios (45′, Nahuel Molina), Jamie Bynoe-Gittens (65′, Karim Adeyemi), Saúl Ñíguez (83′, Rodrigo De Paul), Salih Özcan (85′, Jadon Sancho), Marco Reus (89′, Julian Brandt)
Goles
1-0, 33′: Brandt, 2-0, 38′: Ian Maatsen, 2-1, 48′: Hummels, 2-2, 63′: Correa, 3-2, 70′: Füllkrug, 4-2, 73′: M. Sabitzer
Tarjetas
Arbitro: Slavko Vincic
Arbitro VAR: Nejc Kajtazovic, Rade Obrenovic
Azpilicueta (29′,Amarilla), Julian Ryerson (42′,Amarilla), Mario Hermoso (45′,Amarilla)
Diario AS
Hender “Vivo” González