Bajo rendimiento en carrera de los Ferrari y los Aston Martin, quienes se vieron superados por los Red Bull y Mercedes. Carlos Sainz fue quinto, Alonso séptimo.
Mercedes fulmina a Sainz y Alonso en el paseo de Verstappen.
Triunfo sobrado del campeón por delante de Hamilton y Russell. Sainz fue quinto, no había más; y Alonso séptimo en un día gris de Aston Martin.
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Fue precioso el GP de España hasta que empezó la carrera. 125.000 almas en el Circuit, himnos al piano, Sainz y Alonso abrazados frente a las autoridades y sus compañeros con la ilusión de regalar la alegría de su vida a toda esa gente de la grada. Y fue espectacular la salida, con el Carlos agresivo de siempre robando el rebufo de Verstappen para tirarse por el exterior e intentar, sin suerte, un adelantamiento para la galería. Pero la carrera de casa apenas dejó las migas para los dos españoles, Sainz sufrió con un Ferrari pobre que no tiene nada que hacer los domingos contra Red Bull ni Mercedes y su segundo en parrilla se convirtió en quinto puesto, y gracias, bajo la bandera a cuadros. Y Alonso remontó del octavo al séptimo, el peor resultado del año de los podios. Con la preocupación de ver a Hamilton y Russell más cerca del RB19 que del Aston Martin este fin de semana en el primer circuito convencional que visita el Mundial en 2023.
Con las posiciones estabilizadas en la salida (a excepción de Norris, con un inoportuno toque que fastidió su tercero de salida) empezó una carrera estratégica a dos paradas. Sin incidentes ni coches de seguridad (ni siquiera banderas amarillas) que pudieran alterar las cuentas iniciales, Verstappen se largó y así hasta la meta. Stroll inquietó al inicio a Hamilton con un hachazo en la cinco, pero esa fue la única debilidad que mostró Mercedes. A partir de ahí, ritmo de martillazo tras martillazo. Tanto Lewis como Russell pasaron a Sainz en el segundo ‘stint’. El joven inglés había salido 12º. Tras la última parada le pasaría Pérez, que remontaba desde el fondo por su error en la Q2.
Apenas se defendió Carlos, pero es que en esa pelea que no se disputa en el asfalto del Circuit sino en las fábricas de Brackley, Maranello y Milton Keynes, los italianos pierden por goleada. Leclerc (11º) ni siquiera puntuó, lo que da mucho más valor a los 10 puntos que se llevó Sainz de Barcelona, y que hacen justicia en una temporada sólida del español, entre rumores y demás. Ahora Vasseur dirá que el SF-23 no puede ser un mal coche cuando a una vuelta están delante de todos. Todavía alguien le dará la razón.
La carrera de Alonso fue hacia adelante, pero no mucho, porque sobre el papel apenas ganó la posición a Ocon, Tsunoda y Hulkenberg, y la perdió con Checo y Russell. Adelantó su primera parada y retrasó la segunda para cazar al tren de la bruja que formaron Yuki, Zhou y Ocon. Al francés le pasó con agresividad, quizás el movimiento más destacable del día. Pero el ritmo del AMR23 no tuvo nada de brillante, el coche verde fue gris y Fernando debió conformarse con un séptimo justo por detrás de Stroll. “Que no se preocupe Lance, solo quiero consolidar la ventaja”, confirmó Alonso por la radio. Qué importan los dos puntos si no era el día de luchar por nada.
Y ya durante el último tercio, la única preocupación de Verstappen fue hacer la vuelta rápida. Le regañaron por la radio, porque arriesgó con los límites de pista y le pudo caer una sanción. Cuando logró el punto adicional, le advirtieron: “Ahora trae el coche hasta el final por dentro de las líneas blancas”. Demasiado fácil, demasiada ventaja en el campeonato con el cuarto de Pérez. El mérito es de Mercedes, que con su nueva versión del W14 acaba de dar un golpe de efecto que se traduce en escalofríos para Ferrari y Aston Martin.
Ddiaario ASS