Carlos Alcaraz ganó a Pablo Carreño, y se clasificó para disputar en el ATP de Basilea sus novenas semifinales de la temporada.
Carlos Alcaraz intentará saldar este sábado las cuentas pendientes con el pupilo de Toni Nadal, el canadiense Felix Auger-Aliassime.
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El ATP 500 indoor sobre pista dura de Basilea (Suiza) no tiene a su queridísimo hijo pródigo Roger Federer, pero tendrá uno de los partidos más preciados del momento. Tiene su morbo ver cara a cara al número uno mundial, Carlos Alcaraz, y a Felix Auger-Aliassime, noveno en el ranking. 19 y 22 años, respectivamente. Buen juego, potencia exuberante, cuentas pendientes que resolver de acuerdo a un historial favorable al canadiense.
Hay tres tenistas que han superado las 50 victorias este curso. El griego Stefanos Tsitsipas, líder con 56, está fuera del ATP de Viena. Con 55 y 51 le siguen Alcaraz y Auger-Aliassime, vivitos y coleando en Basilea, deseando incrementar su palmarés a costa de un rival generacional, de presente y futuro.
Carlos Alcaraz cumplió su papel en cuartos batiendo a su amigo y compañero en la JC Ferrero Equelite Academy, Pablo Carreño, por 6-3 y 6-4 en 1h.39′. Sin excesivos problemas, manteniendo la calma cuando creció la resistencia del asturiano, sabiendo que el sábado le esperaba un encuentro que le apetece mucho.
Previamente, Auger-Aliassime había sumado su undécimo triunfo consecutivos. El campeón de los indoors de Florencia y Amberes despachó al kazajo Alexander Bublik por 6-2 y 6-3.
Alcaraz y Auger-Aliassime no pudieron evidenciar su clase en su primer encontronazo, en los cuartos del US Open 2021, porque el murciano llegó roto físicamente y debió retirarse con 6-3 y 3-1 del norteamericano. Lesionado, todavía sin adquirir la resistencia y la calidad que le permitieron ser el campeón del Grand Slam de Nueva York sólo un año después, esta campaña.
Días después, en Valencia, cedió ante Auger-Aliassime en la Copa Davis, 6-7 (3), 6-4 y 6-2). Las condiciones ayudaban más al pupilo de Frederic Fontang y Toni Nadal. Quiere su revancha el discípulo de Juan Carlos Ferrero.
Va tomándole el pulso a la competición el tenista de El Palmar. Nada que ver con las dudas de su estreno, el lunes, frente a Jack Draper. Ha recuperado el ritmo de competición que van dando los encuentros. Y salió muy convencido a la cancha de que encontraría el modo de superar a Pablo Carreño, como ya sucediera meses atrás en la final del Godó, 6-2 y 6-3.
El gijonés inquietó unos minutos recuperándose de un 2-0 Alcaraz en la segunda manga. Puso a prueba la paciencia del murciano, no siempre su mejor virtud, pero no logró que desconectara del choque. Permitó un break en contra Carlos, el 2-2 de este set final, pero aguantó deseando cerrar en dos sets.
No quería líos para llegar limpio a la confrontación con Auger-Aliassime, de máxima exigencia en indoor y dura, a estas alturas de campaña y teniendo en cuenta los estados de forma.
Hender “Vivo” González
